Ultimas Noticias

Avances de la ciencia patagónica para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades

 La mayoría de las personas conocen los efectos de la penicilina, pero pocos saben que proviene de un hongo. A lo largo de la historia estos organismos fueron usados de múltiples maneras por distintas culturas, no sólo como alimentos sino también por sus compuestos beneficiosos para la salud. 

Tradicionalmente la medicina oriental se sirvió de diversos hongos que crecían en su entorno para mejorar su calidad de vida. Hoy muchos son valorados a nivel mundial como importantes componentes de una dieta saludable, particularmente por su poder antioxidante y su potencial capacidad de prevenir enfermedades. Un ejemplo son los llamados “hongos del Emperador”, que son cultivados por los pueblos orientales siendo base de su medicina tradicional; éstos son el reishi (Ganoderma lucidum), el shiitake (Lentinus edodes) y el maitake (Grifola frondosa).

En el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP) el equipo de científicas y científicos del Área de Fitopatología y Microbiología Aplicada estudian los beneficios de los hongos medicinales para la salud focalizando las investigaciones en una escala general, donde se profundiza en la producción y caracterización de las propiedades nutracéuticas de las fructificaciones de diferentes hongos. También abordan la dimensión  molecular analizando las posibles propiedades medicinales y la caracterización química de  determinados grupos de compuestos producidos por los hongos.

7

 

 

La Dra. Carolina Barroetaveña, la Dra. María Belén Pildain y la Dra. Laura Vélez, científicas del CONICET, lideran un numeroso equipo de especialistas que investigan e innovan sobre hongos comestibles y medicinales de Patagonia. En este sentido, comentan que en el Centro trabajan con especies conocidas a nivel mundial y con la biodiversidad local, muchas de ellas poco estudiadas en sus propiedades medicinales.

“En los laboratorios investigamos los efectos nutracéuticos de especies de alto valor y sus beneficios para la salud. Los biocomponentes de los diferentes hongos medicinales contribuyen a lidiar mejor con diversas problemáticas como el estrés oxidativo, el colesterol o la diabetes, favoreciendo la regulación inmunológica”, explica Barroetaveña, quien agrega que estos elementos funcionan como coadyuvantes que ayudan al cuerpo a regularse y equilibrarse, permitiéndole enfrentar las enfermedades de una mejor manera.

Por otro lado Pildain aporta que también están realizando una bioprospección de hongos del cepario institucional, que cuenta con más de 2000 aislamientos de nuestros bosques, en la búsqueda de metabolitos que actúan sobre enfermedades causadas por virus y bacterias que afectan nuestra salud, como por ejemplo Polio, Herpes, Zika, Chikungunya, bacterias de los géneros Pseudomona, Klebsiella, Salmonella, etc.) en colaboración con el Laboratorio de Estrategias Antivirales dirigido por la Dra. Cybele García (co-directora de la Lic. Daiana Calderon) de la FCEyN de la UBA.

 

 

Potencial de los hongos benéficos 

Entre las líneas de estudio abordadas por el equipo, Barroetaveña indica que se investigan distintos tipos de sustratos formulados a base de materiales fácilmente disponibles en nuestra región (como por ejemplo, maderas de álamo y sauce, viruta de lenga, chip de rosa mosqueta y aserrín de pino), la productividad de las fructificaciones, la categorización de las distintas especies y  la trazabilidad de las cepas disponibles y otras nuevas.

  “Estos son resultados directamente transferibles a los productores porque los orientamos acerca de cómo producirlos y les brindamos información sobre sus características”, explica la investigadora de CONICET, quien coordina el Laboratorio de Producción de Blanco de Hongos. En este espacio, Juan Monges, Magíster en Gestión Sanitaria Forestal (UNPSJB), produce inóculos de hongos comestibles y medicinales a partir de un cepario de más de 30 especies de interés biotecnológico, y genera información sobre el cultivo de las mismas, . También elabora semilla micelio de especies como melena de león (Hericium) y el maitake, que se producen bajo estrictas normas de seguridad e higiene, con especial atención a la sanidad, el vigor, y su comportamiento en cultivo. 

“A partir de las fructificaciones ya hemos estudiado la capacidad antioxidante de más de 30 especies novedosas de Patagonia, encontrando diferencias entre ellas y analizando su variación aplicando diferentes métodos de secado”, sostiene Barroetaveña .

Micología de precisión

Por su parte, desde hace casi 10 años, la Dra. Laura Vélez, junto con la Dra. Ana Laura Gallo, comenzaron a producir en el laboratorio micelio de diferentes hongos patagónicos emparentados con especies mundialmente conocidas como medicinales, con el fin de realizar extractos para estudiar un grupo de compuestos en particular: los polisacáridos. 

El micelio de los hongos con el que trabajan las investigadoras es una estructura de apariencia similar a una raíz. Consiste en una red de filamentos que circula debajo del suelo que genera conexiones como internet, y del que emergen organismos enormes.

“Sabíamos que los hongos están compuestos por moléculas con potencial medicinal. Nosotros decidimos probar qué actividad tenían los polisacáridos de nuestros hongos”, comenta Gallo, quien explica que para armar los extractos, hacen crecer el micelio en el laboratorio bajo diferentes condiciones de cultivo. Luego efectúan un proceso de extracción y purificación, que les permite obtener una serie de compuestos de interés para realizar estudios de composición química a fin de relacionar esta composición con la actividad biológica de los extractos. 

La especie que más han investigado estas científicas del CIEFAP es Ganoderma australe, un hongo emparentado con el Reishi pero que crece en nuestros bosques, y del que, hasta ahora, poco se conocía sobre sus componentes y los beneficios que podrían tener en la salud. Los resultados de sus estudios han evidenciado que los extractos de polisacáridos tienen alta actividad antioxidante, incluso mayor que las registradas para otras especies del mismo género. 

6

Las científicas comentan, además, que han trabajado con estos polisacáridos en experimentos con células animales en el Centro de Investigaciones en Inmunología y Bioquímica Clínica (CIBICI) en Córdoba y encontraron que estos compuestos tienen capacidad de activar células de defensa. Este es un hallazgo muy prometedor y a partir del cual se continuará trabajando. 

Producción de micelio de Ganoderma australe en el laboratorio b Laura Gallo

Por su parte la Dra. Gabriela González trabaja en el estudio del género Trametes, que incluye diversas especies con propiedades medicinales. Su investigación focaliza el análisis molecular de los ejemplares presentes en los bosques andinopatagónicos,  desconocido hasta el momento, así como el estudio de las potencialidades de su cultivo y las propiedades bioactivas asociadas a cada cepa. 

Además, centra su atención en la búsqueda de nuevos compuestos antioxidantes, incluso en alimentos en los que se ignora su presencia, y en los que se puede incrementar su valor económico, convirtiéndolos en alternativas viables para la obtención de compuestos benéficos para la salud.

Más reciente es la incorporación de la becaria doctoral Daiana Calderón quien trabaja en el estudio de la actividad antibacteriana y antiviral de los hongos de Patagonia pertenecientes a la colección de cultivos del CIEFAP. Para evaluar el potencial activo de dichos hongos, produce filtrados en los cuales se encuentran los metabolitos secundarios que presentan potencial actividad. Calderón evalúa por un lado, la actividad antibacteriana frente a 14 cepas de interés para la salud, y por otro lado, la actividad antiviral frente a virus como Herpes, Polio, y Chikungunya. Este último ensayo, fue llevado a cabo en el laboratorio de Estrategias Antivirales de la UBA durante el último año. 

5

Entre los hongos que han mostrado actividad antibacteriana, se encuentran especies de gran valor en cuanto a su comestibilidad y sus propiedades nutricionales, como el Changle (Ramaria patagonica). Con respecto a la actividad antiviral, se evaluaron hasta el momento, más de 35 extractos de hongos. Se obtuvo que al menos 15 de ellos presentaron actividad antiviral frente a los virus ensayados, destacando a especies como la lengua amarilla (Fistulina hepatica), también comestible.

 


Sobre Hongos para la salud

Reishi (Ganoderma lucidum) el Hongo de la Inmortalidad

El  reishi, conocido como el “hongo de la inmortalidad o de los 10.000 años” por su poder antioxidante que elimina compuestos que causan envejecimiento y muerte celular, y el comercio de sus derivados, se ha incrementado en concordancia con la creciente tendencia global al consumo de nutracéuticos. Las ventas mundiales de su extracto superan el billón de dólares anuales y representan, aproximadamente, el 2% de las ventas de suplementos dietarios a nivel mundial. 

 4

 Maitake (Grifola frondosa) y su potencial en la salud

Entre los beneficios más estudiados de esta especie se incluyen su efecto antiinflamatorio, anticancerígeno, mejora del metabolismo lipídico y optimización de los receptores de insulina, lo cual lo convierte en un hongo adecuado para el tratamiento de la diabetes. Asimismo, tiene propiedades antihipertensivas y antibacterianas que lo hacen muy versátil en el campo de la salud natural.

3

Cola de pavo (Trametes versicolor)

Es una especie mundialmente distribuida y reportada para la Patagonia, sin embargo su determinación hasta el momento ha sido basada solo en características morfológicas. Es cultivada a gran escala en muchas partes del mundo y se alimenta de madera. También es posible intentar el cultivo de cepas locales utilizando residuos regionales, como virutas, aserrines o chips, abriendo la posibilidad de desarrollar prácticas de cultivo sostenibles que promueven la conservación de cepas autóctonas, contribuyendo además a preservar la  biodiversidad y promover la economía regional. 

2

Laboratorio de Producción de Blanco de Hongos

El laboratorio de Producción de Blanco de Hongos se encuentra emplazado en el Parque Científico Tecnológico del CIEFAP. Tiene la finalidad de brindar servicios a los productores y hacer investigación, desarrollo e innovación con hongos comestibles cultivados y medicinales, a través de actividades como: producción de semilla (blanco de hongos) de especies cultivables como gírgola y shiitake entre otros, desarrollo de sustratos a partir de residuos lignocelulósicos locales y protocolos de cultivo para especies novedosas, aplicación de técnicas moleculares para la tipificación de cepas con interés productivo, capacitación y vinculación con y para productores e interesados en la temática. 

 

En los últimos años, la demanda de inóculo (o semilla miceliada) de hongos medicinales ha ido en aumento, sobre todo de especies como melena de león; pero también de las más tradicionales como reishi y shiitake, registrándose cada vez más consultas por cola de pavo. 

Sobre los avances recientes realizados en el Laboratorio Monges explica que lograron desarrollar en Patagonia la cepa de maitake (9827), importada del Laboratorio Mycelia (Bélgica), y que se propusieron  evaluar la viabilidad de esta cepa, obtener cultivos puros de misma, a partir de basidiomas frescos, y evaluar su cultivo en sustratos disponibles en la región patagónica .

“No hemos encontrado antecedentes de cultivo de nuestra cepa de maitake Grifola frondosa, 9827, importada del Laboratorio Mycelia (Bélgica), en la región patagónica. Tampoco conocemos experiencias exitosas por parte del público que nos ha solicitado esta cepa. Es por ello que nos propusimos evaluar la viabilidad del cultivo de esta  cepa en sustratos disponibles en la región patagónica y además obtener cultivos puros de la cepa, a partir de basidiomas frescos”, agrega el investigador.

Y completa que han elaborado un sustrato formulado a base de maderas de álamo y sauce, con un agregado menor de viruta de lenga, chip de rosa mosqueta y aserrín de pino, utilizando un pasteurizador casero procesado en un tambor reciclado para decontaminar el sustrato por tindalización, optimizando los recursos y aprovechando al máximo las condiciones locales.

 

Fotos:

Cola de pavo (Trametes versicolor) - Maximiliano Rugolo

Reishi (Ganoderma lucidum) cultivado - Maximiliano Rugolo

Maitake (Grifola Frondosa) - Juan Monges

Fructificación de Ganoderma australe en un bosque - Gerardo Robledo

Producción de micelio de Ganoderma australe en el laboratorio  - Laura Gallo

 

 

 

 

CIEFAP

Dirección

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN FORESTAL ANDINO PATAGÓNICO

Ruta 259 16.24, CC 14, Esquel (9200), Chubut, Argentina
+54 9 2945 453948 / 452771 | Fax: int 209
info@ciefap.org.ar