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Hongos silvestres comestibles de Patagonia: novedades de un verano lluvioso

Autores: Carolina Barroetaveña y Mario Rajchenberg

 

Durante febrero y principios de marzo de 2012, y luego de muchas lluvias inusuales para ese momento del año en nuestra zona, aparecieron muchos hongos en los jardines y praderas circundante a las localidades de Esquel y Trevelin. A partir de entonces, hemos recibido numerosas consultas de personas habituadas a la cosecha de hongos silvestres comestibles, que se encontraron con hongos parecidos a los que siempre juntan, pero que no eran lo mismo. En esta nota queremos compartir estos casos, esperando sirvan para esclarecer y reiterar algunas recomendaciones generales a la hora de colectar hongos para consumo.

 

Caso 1: El “hongo de pradera”…. pero mas blanquito y con pie más largo…..

Se trata de Lepiota naucina, un hongo muy similar cuando inmaduro con el “hongo de pradera”, o “champignon silvestre” (Agaricus campestris), que si bien muchos libros reportan como comestible, causa intoxicaciones intestinales en algunas personas. Aparece en los mismos ambientes que el champignon silvestre, generalmente praderas y jardines regados, pero se diferencia en que este último posee laminillas que pasan de un tono rosáseo cuando se abre el sombrero, a tonos marrónes a marrón muy oscuro en la madurez, mientras que las laminillas de L. naucina permanecen rosadas o ligeramente amarronadas. Esto es fácilmente verificable buscando en los parches de fructificación ejemplares maduros. Cuidado porque cuando las fructificaciones son pequeñas e inmaduras, ambas especies tienen las laminillas blanquecinas o rosáceas. Otro carácter que las diferencia es la forma del pie: mientras el champignon silvestre tiene un pie recto o ligeramente afinado en la base, de 2-6 cm de largo por 2,5 cm de grosor, L. naucina tiene generalmente el pie más largo y delgado, de 5-15 cm y 0.5 – 1.5 cm de grosor, y con la base notablemente ensanchada, bulbosa. Siempre es una buena medida checar la base del pie cuando se cosechan champignones, para evitar confusiones con las tóxicas Amanitas, aunque no sean muy frecuentes en las praderas de nuestra zona. Todas las Amanitas poseen un capuchón carnoso en la base del pie (llamado volva), fácilmente distinguible si se lo busca, pero que no se vé cuando uno mira desde arriba. Esto debe tenerse muy en cuenta al cosechar champignones en zonas más cálidas, como provincia de Buenos Aires.

 

Agaricus campestris (Foto: http://www.fungipedia.es)

                    

Lepiota naucina (Foto: www.agraria.org/funghi/)

http://morelmushroomhunting.com

 

Caso 2: un “hongo del pino” pero con escamas…… y se pone azul en algunas partes

Se trata de Boletus chrysenteron, un hongo asociado a pinos plantados y con esponja amarilla debajo del sombrero. Apareció en Esquel en un jardín con varias especies de árboles, y se diferencia del Hongo del pino (Suillus luteus) por varios detalles: la superficie del sombrero es seca y se craquela a la madurez, dando un aspecto escamoso, mientas que S. luteus tiene la superficie lisa y pegajosa; posee tonos rojizos en los surcos del sombrero y también en el pie, que S. luteus no posee; la carne y la esponja toma color azulado en sectores cuando se lo toca. Se trata de una especie comestible, simpre previa cocción, aunque de baja calidad. Hasta el momento no hay reportadas para la región Patagónica otras especies de Boletus asociados a plantaciones de pinos, aunque sí otros dos Suillus, S. granulatus en Neuquén y S. lakei asociado específicamente a plantaciones de pino oregón.

 

Suillus luteus (Foto: C. Barroetaveña)

 

Boletus chrysenteron (Foto: www.mykoweb.com)

 

Recomendaciones generales para los recolectores de hongos silvestres comestibles

  • Buen criterio de recolector:
  • Conocer las características distintivas de las especies que voy a juntar para consumo.
  • estar atento a las variaciones que puedan aparecer , sobre todo si cosecho en una zona nueva, donde pueden fructificar otras especies.
  • Asegurarme mirando ejemplares maduros y jóvenes que se trata de la especie que busco
  • No mezclar: poner por separado lo dudoso o dejarlo donde estaba!
  • Si tengo dudas, consultar con un especialista o entendido en identificación

 

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