PE 7 Módulo 3. Identificación de áreas prioritarias susceptibles de ser restauradas en norpatagonia

Objetivo general:

Aportar a la sustentabilidad de los bosques andino patagónicos, mediante la generación y aplicación de conocimientos que permitan mitigar los efectos negativos de los principales disturbios a los que están sometidos los ecosistemas de la región, así como contribuir a la planificación de su manejo.

Marco conceptual:

Los bosques templados de la Patagonia se encuentran geográficamente aislados de otras formaciones boscosas, constituyendo una verdadera isla biogeográfica (Armesto et al. 1996). Desde épocas remotas estuvieron sometidos a distintos tipos de disturbios o perturbaciones naturales tales como sismos, viento y fuego (Veblen et al. 1995, 1996a), pero es el fuego el disturbio que ha sido recurrente durante milenios en el NO de la Patagonia.  Los bosques en norpatagonia son en su mayoría postfuego, habiendo tenido mucha incidencia los incendios de origen antrópico de fines de 1800 a principios de 1900. La gran incidencia de estos disturbios de gran escala ha producido cambios en la distribución de la vegetación postfuego. Además, a lo largo del siglo pasado el uso pastoril y forestal, como disturbios parciales, han ido modificando las estructuras de los rodales, pero al ejecutarse como prácticas extensivas la superficie de bosque no se ha reducido considerablemente. Sin embargo dichas prácticas que han sido principalmente extractivas, sin objetivos de mejora efectiva del recurso forestal en el mediano-largo plazo, han impactado negativamente sobre los ecosistemas. Se suma a ello una acumulación temporal y espacial constante de combustible en la evolución de los ecosistemas dada la política de exclusión de fuegos, que no ha sido considerada suficientemente como un factor de aumento del riesgo de incendios. Ello ha llevado a la ocurrencia de ciertos incendios masivos de gran magnitud en años secos, que afectaron enormes superficies.

La restauración es una estrategia de carácter interdisciplinario, en la cual se articula el conocimiento científico para dar respuestas a procesos de gestión y manejo de los ecosistemas, ante las necesidades de restablecer los ecosistemas degradados y prevenir futuros daños (Hobbs y Harris, 2001). Los acelerados cambios ambientales a nivel global han incrementado la demanda para el establecimiento de planes de restauración en las últimas décadas; esto se ve reflejado en los objetivos ambientales a nivel mundial, en los cuales la restauración se convierte en el eje central para los planes de manejo ambiental, forestal, compensación, y una estrategia para contrarrestar la pobreza (Evaluación de Ecosistemas del Milenio – MEA, 2005). Asimismo, en la Cumbre del Clima de septiembre de 2014 de las Naciones Unidas, los gobiernos se reunieron en torno a un acuerdo Internacional de la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, que subrayó la restauración de los ecosistemas degradados como una solución favorable al cambio climático. En Argentina la Ley Nacional N° 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, promociona los planes de manejo sostenible y de conservación para recuperar el potencial productivo o de conservación en la modalidad de enriquecimiento y restauración. Sin embargo, en distintas instancias técnicas y de gestión (talleres, reuniones, etc.) se ha identificado que la falta de una priorización de áreas para la restauración es una limitante.

En la región Andino Patagónica se ha avanzado, especialmente en la últimas dos décadas, en el conocimiento sobre técnicas de restauración, tanto en acciones para favorecer la restauración espontánea como para ejecutar acciones de restauración activa. Sin embargo aún queda mucho conocimiento por generar en la temática y en aspectos de manejo de bosques para evitar daños severos ante la ocurrencia de disturbios catastróficos como el fuego o de disturbios lentos pero continuos como la herbivoría. Otro disturbio global de suma importancia que actúa en sinergia con los disturbios mencionados es el cambio climático, cuyos impactos y estrategias de adaptación aún no han sido abordados para los ecosistemas forestales. Es también necesario integrar  los distintos niveles de información para su utilización en la gestión y administración de los recursos naturales.

A modo de ejemplo, la Metodología de Evaluación de las Oportunidades de Restauración (ROAM) brinda un marco flexible y razonable para que los países puedan identificar y analizar el potencial de restauración del paisaje forestal (RPF) y ubicar áreas de oportunidad específicas a nivel nacional y subnacinal.

La definición de áreas prioritarias surge, en general,  del análisis del cambio de las coberturas naturales y de los conflictos de uso y manejo. Este análisis sin embargo debe realizarse teniendo en cuenta la escala de trabajo  Regional, Cuenca y Predial, el rol de los servicios ambientales, así como criterios de conservación y de producción, y el uso histórico de los sitios. Existen distintas metodologías que pueden ser  aplicadas en este proceso (por ejemplo la metodología ROAM) pero su selección debe ser analizada teniendo en cuenta los aspectos socio productivos de la región.

El papel fundamental que desempeña la vegetación, principalmente los bosques, en la prevención y corrección del fenómeno torrencial, deriva de sus efectos sobre la escorrentía y de su influencia en el control de la erosión hídrica. Por ejemplo, los bosques de lenga en Argentina (1,8 millones de hectáreas aproximadamente) forman, en la mayoría de las situaciones, el último estrato arbóreo en altitud y protegen la casi totalidad de las cabeceras de cuencas de agua dulce de la Patagonia. La ocurrencia de fuegos que rápidamente eliminan la vegetación y el aumento de la población en áreas boscosas son algunos de los factores que generan situaciones de riesgo donde se hace necesario prevenir el efecto de posibles fenómenos torrenciales, no contando con profesionales formados en esta temática. El objetivo general de este módulo es avanzar en la priorización de área a nivel regional y en el fortalecimiento de la capacidad instalada en Bioingeniería-Restauración hidrológica forestal.