Desarrollo de un sistema constructivo de alta eficiencia térmica con madera de raleos

Objetivo general:

Desarrollar un sistema constructivo para viviendas ajustado a las propiedades de la madera de raleos de pino ponderosa que cumpla con los requisitos de la normativa en vigencia, que presente ventajas desde el punto de vista térmico respecto a los sistemas constructivos tradicionales empleados en la región y que tenga flexibilidad respecto a la utilización de materiales para revestimientos y aislaciones.

Marco conceptual:

Las plantaciones de Pino Ponderosa (Pinus ponderosa (Dougl. Ex Laws)) en la Patagonia generan  un importante volumen de madera rolliza de pequeño diámetro producto de los primeros raleos. El material leñoso de estos rollos es casi en su totalidad madera juvenil, motivo por el cual presenta propiedades que condicionan la obtención de productos tradicionales, como madera aserrada, debido principalmente a la contracción que sufre durante el secado provocando elevadas deformaciones. Esta característica, sumada a las bajas propiedades mecánicas, frecuentemente genera su desestimación y rechazo por parte de profesionales y constructores para su empleo en obras y sistemas constructivos tradicionales, muchas veces incluso para construcciones temporarias como son los encofrados para hormigón.

Existen antecedentes sobre procedimientos prácticos que permiten minimizar las deformaciones de la madera juvenil durante el secado, que se basan en utilizar piezas que mantengan su simetría respecto al eje de la médula. Otra posibilidad es sujetar las piezas en uso con dispositivos que desarrollen una resistencia superior a los esfuerzos generados por las contracciones cuando tienden a deformarse, inclusive cuando la madera está seca y su juego hace que se deforme en diferentes épocas del año. Estos últimos procedimientos deben diseñarse y sistematizarse para poder extrapolarlos a una escala industrial.

Adicionalmente, en nuestro país, el empleo de la madera en la construcción está vinculado fundamentalmente a sus cualidades estéticas sin reparar, por ejemplo, en sus excelentes  propiedades térmicas. En términos generales, las necesidades de aislamiento térmico en las viviendas, aún hoy en Argentina, son subestimadas. Si bien existe normativa específica y vigente sobre este tema, en la práctica no suele aplicarse con rigor. Particularmente, la severidad del clima de la Región Patagónica provoca que la construcción tradicional no satisfaga los requerimientos normativos mínimos por amplio margen, lo cual deja a la construcción en madera en una posición privilegiada para aprovechar todo su potencial.

El problema de la baja eficiencia térmica en las construcciones tradicionales conduce a consumos de energía muy elevados para compensar las pérdidas ocasionadas por deficiencias en las envolventes. En trabajos previos de diferentes autores, se ha demostrado que existe un potencial de ahorro en gas para calefacción cercano al 70% del consumo actual. Esta reducción por adecuación edilicia es sensiblemente mayor a la que podría lograrse con programas enfocados en el comportamiento del usuario.

Por último, un sistema constructivo aumenta su eficacia en la medida que sea flexible. En este caso, el sistema que se pretende desarrollar tiene una estructura portante maciza, con altos atributos termo-acústicos, y que sirve de base para diferentes alternativas de confort con la incorporación de materiales diversos, tanto de origen local como nacional.